Orando en todo tiempo



Tengo muchas ganas de veros, pero, como estos días no va a poder ser, podemos seguir orando unos por otros para que el Señor proteja a nuestras familias, amigos, profesores, y a todos los que cuidan de nosotros de una manera especial.
Es difícil seguir en contacto en esta situación, lo sé, pero pronto volveremos a vernos. Mientras ese día llega... no dejéis de orar.
Orar es simplemente hablar con Dios, con nuestras palabras (pero con respeto), para darle gracias por todo, alabarle por quién Él es, pedirle perdón por nuestros fallos, y pedirle lo que necesitemos o necesiten otros (interceder).
Cada día podemos orar, en cualquier lugar, y por cualquier cosa que nos preocupe. O simplemente para agradecerle y alabarle.

En la Biblia podemos leer: "Por nada estéis afanosos (preocupados), sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". (Filipenses 4:6,7)
Ya sabéis que Filipenses es un libro de la Biblia que está en el Nuevo Testamento. Filipenses es una carta que escribió Pablo a los cristianos que vivían en Filipos (una ciudad al Norte de Grecia). Pablo la escribió mientras estaba en la cárcel (por predicar el evangelio: decir que Jesús era el Salvador prometido y había resucitado).

TAREA: Orar cada día, en vuestra casa, solos o con vuestros padres, hermanos, abuelos,...
Si podéis, anotad en un papel las peticiones, y así podréis ver la respuesta.




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